Cuando Bárbara de La Libélula me propuso dar un taller de muñecas waldorf en su escuela lo primero que dije fue -si me encanta la idea! luego después de meditarlo un rato me entraron las dudas ya que he hecho muchas muñecas pero nunca había enseñado a hacerlas, además tenía que reducir las sesiones para que no fuera un taller muy largo y hacer una muñeca lleva su tiempo. Al final decidí dividir el taller en cuatro días y con la ayuda de la máquina de coser y alguna que otra preparación en casa seguro que nos dará tiempo, pensé. En la primera sesión estuvimos haciendo la cabeza, qué mejor que unas fotos para ilustrar todo el proceso:
Dando la forma a la cabeza
¡Qué buena tarde pasamos! Fue una experiencia casi terapéutica en la que no faltaron las buenas conversaciones, una rica merienda y mucha concentración y dedicación. Esté viernes repetimos y ahora que ya tenemos la cabeza empezaremos a formar el cuerpo!
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